El clima urbano
Fotografía aérea: Avenida 9 de Julio.
En el libro "Vivienda y Ciudad", acompaña las ideas del capítulo "El clima urbano".
Anotación frente: "un poco más para el corte a guillotina", "15.1", "página 137", "Clisé N°11".
“Al abrirse un espacio en el corazón mismo de la ciudad, como la Avenida 9 de Julio, debería, en primer término, aprovecharse la reforma edilicia para la creación de una faja verde continua de todo su largo, formando un verdadero parque municipal. 33 cuadras de jardín corrido podría ser un gran desahogo para la ‘city’ de Buenos Aires. Pero la Avenida 9 de Julio, desgraciadamente, no puede ser considerada como un espacio verde ni como una avenida-parque. Las exiguas dimensiones de sus 'franjas verdes' hacen de ellas meros elementos decorativos, pues su acción refrescante queda anulada por la influencia de las anchas calzadas circundantes. Es obvia su inutilidad como lugar de reposo o juego de niños. […] una superficie horizontal de 140 metros de ancho y 33 cuadras de largo, casi íntegramente revestida por materiales de gran capacidad térmica, que pueden calentarse a elevadas temperaturas, en medio de la ‘city’, inevitablemente se convertirá en un nuevo factor de alteración climática de toda la zona atravesada”.
Fuente: Acosta, Wladimiro (1937): Vivienda y Ciudad, Anaconda, Buenos Aires, pp. 136-137.
En el libro "Vivienda y Ciudad", acompaña las ideas del capítulo "El clima urbano".
Anotación frente: "un poco más para el corte a guillotina", "15.1", "página 137", "Clisé N°11".
“Al abrirse un espacio en el corazón mismo de la ciudad, como la Avenida 9 de Julio, debería, en primer término, aprovecharse la reforma edilicia para la creación de una faja verde continua de todo su largo, formando un verdadero parque municipal. 33 cuadras de jardín corrido podría ser un gran desahogo para la ‘city’ de Buenos Aires. Pero la Avenida 9 de Julio, desgraciadamente, no puede ser considerada como un espacio verde ni como una avenida-parque. Las exiguas dimensiones de sus 'franjas verdes' hacen de ellas meros elementos decorativos, pues su acción refrescante queda anulada por la influencia de las anchas calzadas circundantes. Es obvia su inutilidad como lugar de reposo o juego de niños. […] una superficie horizontal de 140 metros de ancho y 33 cuadras de largo, casi íntegramente revestida por materiales de gran capacidad térmica, que pueden calentarse a elevadas temperaturas, en medio de la ‘city’, inevitablemente se convertirá en un nuevo factor de alteración climática de toda la zona atravesada”.
Fuente: Acosta, Wladimiro (1937): Vivienda y Ciudad, Anaconda, Buenos Aires, pp. 136-137.
Tipo de objeto:
fotografíafondo patrimonial:
Acosta WladimiroÁrea:
Diseño ArquitectónicoMaterialidad:
PapelIdentificador:
IDAAW000261
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